El aumento de temperaturas está llevando que las ciudades sean en verano lugares difíciles de habitar. Los colores oscuros propios de asfalto y pavimento hacen que la reflectancia sea baja y la acumulación de calor alta. A esto se añade un urbanismo descontrolado que tala árboles de sombra sin que nadie les obligue a replantarlos (véase Paseo de Colón en Sevilla).
La utilización de pintura blanca en las calles elevaría la reflectancia y reduciría la acumulación del calor. En la ciudad de Los Ángeles llevan a cabo un programa piloto que podría ser extrapolable a la California de Europa, a Andalucía.
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